La artrosis es una dolencia que afecta a las diferentes articulaciones. Se da cuando se siente dolor y rigidez en la zona, incluso puede llegar a una incapacidad funcional en la misma. Se llega a ello cuando el cartílago articular sufre una lesión.
¿Por qué se da la artrosis?
Pese a no tratarse de una enfermedad hereditaria, la artrosis posee un cierto riesgo genético. Este, sumado a otros factores, puede conllevar a que aparezca más fácilmente en personas con historia familiar previa.
Existen otros aspectos de riesgo que inciden directamente en la artrosis, como son la obesidad o la vida sedentaria (falta de ejercicio en la rutina diaria), así como también una mala postura corporal.
¿Cómo saber si se padece artrosis?
Para empezar, es importante tener clara la diferencia entre la artrosis y artritis. Cuando se habla de artrosis, la causante de la enfermedad es el propio desgaste que se provoca en las articulaciones por la constante fricción. Por otro lado, en la artritis la causa es la inflamación.
Ambas enfermedades son responsables de un dolor significativo, que también puede derivar en hinchazón y rigidez.
Beneficios de la fisioterapia
El papel del fisioterapeuta es esencial a la hora de conseguir un correcto tratamiento y mejora en la artrosis. Su atención también es altamente beneficiosa para enfermedades similares, como es la artritis.
En estos casos, lo fundamental es valorar la fuerza de la que dispone la articulación afectada, así como también analizar el rango de articulación y la facilidad de movimiento. De esta manera, se podrá conseguir una recuperación significativa.
Entre los principales beneficios de los tratamientos de fisioterapia para la artrosis podemos destacar:
- Efectivo tratamiento del dolor: como ya hemos comentado, la reducción de dolor es uno de los beneficios más significativos de esta clase de terapias. Se consigue un gran alivio en la zona y, por consiguiente, un gran bienestar en el día a día del paciente.
- Aumento de la movilidad: la reducción de la movilidad generada por la artrosis y ya comentada anteriormente, también es posible tratarla gracias a esta clase de tratamientos. Con la atención de un fisioterapeuta, se puede recuperar movilidad articular y postergar la evolución de la enfermedad.
- Retarda el avance de la enfermedad: gracias a la fisioterapia y el trabajo constante de las articulaciones, se puede postergar el avance de esta dolencia, haciendo que el paciente goce de una mayor calidad de vida por mucho más tiempo.
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